TÚNELES DE CARRETERA

El mayor riesgo estriba en la masiva emisión de humo y calor en un espacio cerrado. El personal presente está de paso, siendo ajeno a las particularidades del diseño del túnel, y se topa con el incendio cuando está ya dentro. La visibilidad es clave para evitar la desorientación en un momento crítico en el que prima la rapidez en la evacuación para evitar la asfixia.

Se trata de siniestros con muy alta carga de fuego (varios MW), a gran temperatura y con abundancia de humo tóxico. Una protección con agua nebulizada refrigera la zona, a la vez que facilita la evacuación.


La protección  ha de contemplar el enfriamiento de la estructura de los tubos y evitar daños estructurales que comprometan su integridad.


 

La identificación de riesgos ha de incluir un detallado estudio de la infraestructura y sus características de diseño, así como de las del entorno (ubicación, accesibilidad, tiempos de respuesta, etc.) y de las condiciones de tráfico del túnel.

 

Así, sus características varían en función de la longitud y número de tubos, sentido del tráfico, el sistema de ventilación natural / forzada y su tipo, la estructura, el revestimiento empleado, desniveles, distintas presiones, etc.