ALMACÉN DE LÍQUIDOS INFLAMABLES

Las instalaciones e industrias que emplean líquidos inflamables en su día a día son numerosas y de distintas características: desde el sector de la automoción a las refinerías, pasando por todo tipo de plantas industriales, de procesado, industria química o plataformas off-shore, el uso de líquidos que arden con facilidad está muy extendido.

Los recintos en los que se encuentran son de una especial peligrosidad, dado que arden con facilidad, con un crecimiento muy rápido y liberación exponencial de calor. Los vapores también producen atmósferas explosivas y, en conjunto, existe un riesgo real muy elevado de contagio a otras zonas o materiales, con la generación de fuegos secundarios que arrasen el edificio. Se generan también humos tóxicos y densos que dificultan la evacuación, a la vez que, por la imprevisibilidad de la progresión del fuego, obstruyen las rutas de evacuación y pueden atrapar a los ocupantes.


La prioridad a la hora de diseñar una extinción para estos riesgos es actuar con celeridad


 

Las actividades que presentan más riesgo son las que involucran agentes tales como:

  • Pinturas y disolventes
     
  • Combustibles
     
  • Derivados del petróleo
     
  • Lubricantes
     
  • Productos de limpieza
     
  • Alcoholes